30 de septiembre de 2011

Monotonía

Últimamente he tenido mi blog un poco abandonado, pero, como hoy mismo me recordó mi amiga Sara, he de actualizarlo. Así que aquí estoy, frente a la pantalla del ordenador con los ojos más que resecos de llevar puestas las lentillas todo el día, pensando algo ingenioso e innovador, esperando que llegue una oleada de inspiración divina que me permita escribir algo interesante y con sentido. Sin embargo, mi vida, como la de tantos otros, carece de anécdotas graciosas o entretenidas que se puedan compartir con otras personas y que valga la pena contar, de hechos que marquen la diferencia y, al igual que muchas otras, es de lo más común que uno pueda encontrar.

24 de septiembre de 2011

Come what may ...



Never knew I could feel like this
like I've never seen the sky before
Want to vanish inside your kiss
Everyday I love you more and more


Listen to my heart, can you hear it sings
Telling me to give you everything
Seasons may change winter to spring
But I'll love you until the end of time


Come what may, come what may
I will love you until my dying day


Suddenly the world seems such a perfect place
Suddenly it moves with such a perfect grace
Suddenly my life doesn't seem such a waste
It all revolves around you


And there's no mountain too high, no river too wide
Sing out this song and I'll be there by your side
Storm clouds may gather and stars may collide
But I'll love you until the end of time

Come what may, come what may
I will love you until my dying day
Oh come what may, come what may
I will love you

Suddenly the world seems such a perfect place...

Come what may, come what may
I will love you until my dying day

18 de septiembre de 2011

Elephant love medley - Moulin Rouge



[Ewan:]
Love is a many splendored thing,
Love lifts us up where we belong,
All you need is love!

[Nicole:]
Please, don't start that again

[Ewan:]
All you need is love!

[Nicole:]
A girl has got to eat!

[Ewan:]
All you need is love!

[Nicole:]
She'll end up on the street! (sigh)

[Ewan:]
All you need is looooove!

[Nicole:]
Love is just a game.

[Ewan:]
I was made for loving you baby,
You were made for loving me.

[Nicole:]
The only way of loving me baby,
Is to pay a lovely fee.

[Ewan:]
Just one night,
Give me just one night.

[Nicole:]
There's no way,
Cause you can't pay.

[Ewan:]
In the name of love!
One night in the name of love!

[Nicole:]
You crazy fool,
I won't give in to you.

[Ewan:]
Don't, leave me this way.
I can't survive, without your sweet love,
Oh baby, don't leave me this way.

[Nicole:]
You'd think that people would've had enough of silly love songs...

[Ewan:]
I look around me and I see it isn't so, oh no.

[Nicole:]
Some people wanna fill the world with silly love songs

[Ewan:]
Well what's wrong with that?
I'd like to know.
Cause here I go... again...
Love lifts us up where we belong!
Where eagles fly,
On a mountain high!

[Nicole:]
Love makes us act like we are fools.
Throw our lives away,
For one happy day.

[Ewan:]
We could be heroes...
Just for one day.

[Nicole:]
You, you will be mean.

[Ewan:]
No, I won't.

[Nicole:]
(sigh) And I, I'll drink all the time.

[Ewan:]
We should be lovers...

[Nicole:]
We can't do that.

[Ewan:]
We should be lovers!
And that's a fact.

[Nicole]
Though nothing, would keep us together.

[Ewan:]
We could steal time...

[Ewan & Nicole:]
Just for one day.
We could be heroes,
Forever and ever,
We could be heroes,
Forever and ever,
We can be heroes...

[Ewan:]
Just because I... will always love you...

[Nicole:]
I...

[Ewan & Nicole:]
...Can't help loving...

[Ewan:]
...You...

[Nicole:]
How wonderful life is,

[Ewan and Nicole:]
Now you're in, the world...


Canciones originales:


17 de septiembre de 2011

Novatada escalofriante (Sí, casi termino con una pulmonía)

     Nos habían advertido, sin embargo, no quisimos escucharlo. Cuando nos dimos cuanta de la veracidad de las palabras de la chica desconocida que se sentaba a nuestro lado, fue demasiado tarde. Efectivamente, lo de la foto de grupo no había sido más que una tapadera, una excusa para poder encerrarnos en el aula uno de la facultad de medicina y hacernos una novatada o, mejor dicho, una gran putada (perdón por la palabrita, pero no se me ocurre otra más adecuada). ¿Qué mejor forma de darnos la bienvenida oficialmente? Así, un pelotón de estudiantes de cuarto armados con pistolas y globos de agua se precipitó hacia nuestra clase y empezó a desquitarse con nosotros como si de una guerra se tratara (solo que en aquella batalla seríamos irremediablemente los vencidos). Aunque mi primer impulso fue el de cubrirme con el cuaderno de apuntes, pronto supe que aquello sería totalmente inútil, así que no me quedó otra opción que resignarme. En cuestión de minutos, todos los novatos (sí, ya lo tengo más que asumido...) estábamos empapados de arriba a abajo. Sin embargo, el agua no fue nuestra única enemiga. Docenas de huevos volaban por encima de nuestras cabezas esperando dar en el blanco. A la nata montada, el sirope y la harina había que sumarle la sangría que, supuestamente, teníamos que servirla al resto de allí presentes y  que pronto se convirtió en un nuevo líquido con el que mojarnos (inocente de mí que cuando le ofrecí un vaso a un chico de segundo, no se le ocurrió otra cosa que tirarmelo en el pelo en cuanto le dí la espalda).

     Después de dos horas sin poder salir de aquel ambiente asfixiante (no solo porque hacía calor, si no también porque la harina empezaba a acumularse en mis vías respiratorias y me faltaba el aire), los de cuarto decidieron que ya habíamos tenido suficiente agua por ese día y, como recompensa, nos invitaron a paella y a tortilla gratis, pero para ello tuvimos que atravesar algunos de los largos pasillos de la facultad, siendo objeto de burla de muchos universitarios que se habían agrupado para ver el espectáculo. Tiritaba de frío, apestaba a masa fermentada (harina, alcohol y altas temperaturas no son una buena combinación) y a vino (del que viene en cartón y beben los borrachos de la calle), y mi pelo parecía un estropajo. Sin embargo, solo había tenido una hora de clase, era viernes y tenía por delante un fin de semana que, como todos, se me haría demasiado corto.

13 de septiembre de 2011

Buen comienzo ...


     Estoy hasta la coronilla de tantos procedimientos online. Entre la solicitud de becas y ayudas, de una tarjeta universitaria que, a este paso, nunca obtendré y, las aulas virtuales que necesitan un usuario y una contraseña que desconozco dado que en la facultad de Medicina son todos unos inútiles, me van a tener que internar en breve en un manicomio. Y es que dicen que las tecnologías han surguido para facilitar la vida a las personas, pero, desde luego, están convirtiendo la mía en una auténtica tortura. Parece ser que soy la única a la que le ocurren este tipo de cosas y sí, ya empiezo a estresarme.

Después de clase...

Después de salir de clase, decidí "perderme" entre los largos y lúgubres pasillos de la Facultad de Medicina para buscar nuevamente la sala de disección. He aquí la el exitoso resultado:
Sí, lo sé, la calidad de la imagen no es muy buena, pero tomé las fotografías con prisas pensando que en cualquier momento aparecería algún profesor cascarrabias y nos echaría de allí a patadas. Dado que es imposible leer la famosa frase que se encuentra sobre la cutre puerta de madera de la sala (que finalmente resultó ser bastante menos espectacular de lo que esperaba), la escribo a continuación:

"ESTE ES EL LUGAR DONDE LA MUERTE SE ALEGRA DE SOCORRER A AL VIDA". Lucino Armanni.

12 de septiembre de 2011

Primer día en la Facultad ...


             Hoy ha sido mi primer día como "universitaria", si es que así puede llamarse. Después de semanas acostándome a las cuatro y levantándome a la una de la tarde, hoy, a las siete, ya estaba en pie (por obligación, no por propia voluntad, desde luego). Había podido conciliar el sueño casi a las tres y media de la madrugada, y, como es lógico, habiendo dormido menos de cinco horas, tenía un dolor de cabeza insoportable que creía que remitiría después desayunar. Desafortunadamente, no fue así. Con las prisas y los nervios a flor de piel de un principiante, no se me ocurrió tomar nada para hacer desaparecer la jaqueca, por lo que el resto de la mañana tuve que arreglármelas para controlar mi mal humor y mi cara de pocos amigos. Nada más llegar a la Facultad de Medicina (sí, lo sé, ya empiezo a arrepentirme de mi elección) se formó en mi estómago un nudo que no me permitía ni siquiera tragar. Me sentía totalmente fuera de lugar entre tantos rostros desconocidos  y,  me sentía peor aún al ver que muchos de los allí presentes se abrazaban y se saludaban tranquilamente. Afortunadamente, mi mejor amigo no se separó de mi lado en ningún momento. De no ser por él, hubiera pasado un muy mal trago. 

            La charla de presentación se hizo eterna, principalmente porque el decano se dedicó a enfatizar las desventajas de una carrera tan dura y sacrificada como la de medicina (eso sí, una de las más bonitas, que quede claro). Empezaban a pesarme los párpado cuando la alarma de mi móvil comenzó a sonar y quise que la tierra me tragara (al instante la mayoría de mis "compañeros" se giró para lanzarme una mirada asesina mientras pensaba: "¿No te han enseñado que debes apagar el móvil o ponerlo en silencio antes de entrar en clase? Interrumpir a alguien mientras habla es de mala educación"). Después de ese pequeño percance que prefiero olvidar, oía sin escuchar lo que aquel hombre nos estaba intentando explicar. Cuando por fin llegó el descanso, no sentía las piernas y era como si me hubieran absorbido toda la energía, dejándome completamente desanimada y desganada. Tras un pequeño tour a través de la facultad en busca de la sala de disecciones (pues queríamos ver con nuestros propios ojos la supuesta famosa frase que se encuentra en la entrada) y, habiendo experimentado las sensación que uno tiene al captar el aroma a formol, regresamos al aula 1 para rodearnos de personas que nos hacían sentir inferior (más bien que no encajábamos) por su culto vocabulario ("se acoplan los horarios", "devolución del importe", "loud and clear, please" y un par de palabras más que no me acuerdo). La jornada finalizó con los consejos de los miembros de la delegación (alumnos de segundo de carrera, si no me equivoco) quienes nos explicaron el funcionamiento de las comisiones (que espero nos ahorren el estrés de tomar apuntes hasta perder la mano) y con un intento fallido de elección de un delegado. Sin duda, esta última parte fue la más amena e interesante, gracias el buen sentido del humor y a la naturalidad que mostraron los de segundo al contarnos las anécdotas de su primer año en la Universidad.  Del resto se podría decir que fue una auténtica pérdida de tiempo.

10 de septiembre de 2011

Mis cansados ojos...



       Mis ojos cansados intentaban descifrar con lentitud cada una de las palabras presentes en aquellos renglones. Sin embargo, todo intento fue en vano porque, aunque mi cuerpo estaba actuando mecánicamente, las lineas parecían vibrar al igual que las cuerdas de una guitarra eléctrica en manos de una artista profesional. Había leído con dificultad aquella misma frase en innumerables ocasiones, casi me la sabía de memoria ("Encantada con la oportunidad de vestir sobriamente, liberé mis cabellos de los estúpidos pasadores..."), pero no comprendía en absoluto su significado. Mi mente estaba en otra parte, en una dimensión paralela totalmente ajena a la realidad, en el caótico mundo de los sentimientos. Sentimientos que era incapaz de explicar porque nunca había sentido con tanta intensidad. Dado que concentrarme en la lectura me resultó imposible, frustrada, cerré el libro con rabia y decidí acabar de una vez por todas con aquella agonía. Recosté mi cabeza sobre la almohada y dejé que el sueño y el cansancio acumulado de días anteriores se apoderara de mi cuerpo, y que el olvido y la indiferencia aplastaran momentaneamente mis miedos e inseguridades haciendo que mi mente se llenara completamente de un falso y engañoso vacío.

8 de septiembre de 2011

El diario de Noa

 "No soy nadie especial. Solo soy un hombre corriente con pensamientos corrientes. He llevado una vida corriente. No me han hecho ningún monumento y mi nombre pronto quedará en el olvido. Pero, según como se mire, he tenido cierto éxito, como muchas otras personas en la vida. He amado a otra persona con todo mi corazón y eso para mí ha sido suficiente. "

"Los amores de verano terminan por todo tipo de razones, pero, al fin y al cabo, todos tienen algo en común: son estrellas fugaces, un espectacular momento de luz celestial, una efímera luz de la eternidad y, en un instante, se van."

"Ella había vuelto a su vida como una llama repentina, ardiendo e invadiendo su corazón. Noa no durmió en toda la noche contemplando la agonía segura que sabía que sufriría si la volvía a perder."

Queridísima Allie:

    Anoche no pude dormir pensando que habíamos terminado. He dejado de amargarme porque sé que lo que tuvimos fue real. Y si en algún lugar en un futuro lejano nos reencontramos en nuestras nuevas vidas, te sonreiré con alegría y recordaré cómo pasamos el verano bajo los árboles, aprendiendo el uno del otro y creciendo en el amor.
     El mejor tipo de amor es el que nos despierta el alma y nos hace aspirar a más; nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tu me has dado y lo que yo esperaba darte siempre.
Te quiero. Ya nos veremos,
Noa




5 de septiembre de 2011

Queen


     Hoy se cumplen 65 años del nacimiento de Freddie Mercury, vocalista del grupo de rock "Queen". Sin duda, uno de los grandes artistas que ha dejado huella en cada uno de nosotros. Su poderosa voz, su extravagancia, su rareza y originalidad le han convertido en alguien único, insustituible e inolvidable.

     He de admitir que éste es uno de mis grupos musicales favoritos. Sus canciones se han convertido en parte de la banda sonora de mi propia vida. Así, cuando camino sola y noto como el cansancio, no solo físico, si no también psicológico, se apodera de mi, suelo escuchar Another one bites the dust. Me hace sentir que soy capaz de atravesar los más duros desiertos, escalar las más altas montañas y nadar los océanos más profundos. Me hace sentir que puedo conseguir todo aquello que me proponga.



      Friends will be friends suena en aquellos momentos melancólicos en los que aprendes a valorar la amistad, cuando te das cuanta de que amigos de verdad hay pocos y te sientes afortunado por haber encontrado a alguien que te acepte tal y como eres, que te apoye y te brinde un hombro en el que llorar.



     Somebody to love. ¿Quién no se ha sentido identificado con esta canción alguna vez en su vida? Cuando te sientes frío, vacío por dentro, cuando sientes que tu vida no tiene sentido, cuando no tienes por quién luchar ni en quién creer. Entonces, grita hasta que tu voz alcance los confines del Universo, hasta que todos sientan tu sufrimiento y tu necesidad de encontrar a alguien a quien amar.


"Cada mañana me levanto y muero un poco. Apenas puedo mantenerme en pie. Me miro en el espejo y grito: Señor, ¿Qué me estas haciendo?. He consumido todos mis años creyendo en tí, pero ahora ya no puedo obtener consuelo. ¿Puede alguien encontrarme a alguien a quien amar? Trabajo duro todos los días de mi vida, trabajo hasta que me duelen los huesos. Al final del día llevo a casa mi sueldo bien ganado. Caigo sobre mis rodillas y empiezo a rezar hasta que las lágrimas caen desde mis ojos. ¿Puede alguien encontrarme a alguien a quien amar?... "

3 de septiembre de 2011

Así no hay quien duerma



Dado que no estoy dispuesta a morir intoxicada a causa del persistente olor a pintura que aun hay en mi cuarto (y digo persistente porque desde ayer dejé la ventana abierta de par en par pero, aun así, apesta), he decidido mudarme temporalmente al salón. Con "mudarme" me refiero a transportar todo aquello que considero necesario para pasar una agradable noche: portátil, móvil, auriculares, disco duro (por las películas que contiene, claro está) y, por último, pero no por ello menos importante, el libro que me prestó mi mejor amiga Sara, titulado "¿Hay alguien ahí fuera?" de Marian Keyes. Sí, podría decirse que estoy bien equipada. Sin embargo, hay un pequeño problema, y es que en el salón no hay quien pegue ojo. En primer lugar, mi cobaya, siempre tan enérgica. No para quieta: come, bebe agua, se rasca detrás de las orejas, se limpia el hocico y vuelve a comer. Y así una y otra vez, sin descanso. ¿Acaso los roedores no duermen o qué?. En segundo lugar está mi tortuga la cual choca agonizantemente contra el cristal de la pecera produciendo un repiqueteo fatídico y desquiciante. He de añadir que, además de ser tonta, últimamete tiene tendencias suicidas. Sí, ha cogido la mala costumbre de tapar el orificio a través del cual sale el agua del filtro. Un día de estos recibirá tal corrientazo que acabará achicharrada. En tercer lugar: el sonido incesante de las manecillas del reloj: tic-tac-tic-tac... Y, por último, el latido de mi corazón, cuyo bombeo arritmico hace eco sobre mis oídos cuando descanso suavemente mi cabeza sobre la almohada. Así que, hasta que me duerma (quizás hasta que se agote la batería de mi móvil), optaré por escuchar canciones deprimentes y lentas que me permitan transportarme a otra dimensión, al mundo de los sueños.

2 de septiembre de 2011

No doy para más ...


   
Amarillo. Ese es el color que he escogido para pintar dos de las paredes de mi diminuta y claustrofóbica habitación. Para las restantes es elegido el malva. Sí, curiosa combinación, pero empiezo a cansarme del violeta pastel que las cubre, siempre tan apagado y falto de vida.

   Con música de Muse a todo volumen, me dispongo a plasmar en el empapelado cada uno de mis sentimientos, hasta sentirme completamente vacía, al igual que hace un escritor cuando desliza delicadamente la pluma sobre el papel. Noto como la música se apodera de mí, recorriendo cada una de mis venas y arterias. Mi muñeca derecha se mueve al compás de cada canción. Se retuerce y, con cada giro, una pequeña mueca de dolor aparece en mi rostro, un dolor punzante y profundo; sin embargo, no quiero ni puedo detenerla. Brochazo a brochazo voy cubriendo cada esquina, cada borde y, al mismo tiempo, cada recoveco de mi alma. Empapo el pincel y descargo la pintura con furia, con odio, casi queriendo perforar la pared, dejando en ella mi amor, mi frustración, mi culpabilidad, mi sufrimiento, mi confusión y mi miedo. Abandono la brocha y opto por el rodillo, bastante mas práctico pero menos delicado. Lo sujeto con fuerza y lo sumergo hasta que queda completamente empapado. Sin escurrirlo, lo deslizo sobre la pared con violencia, de forma que cada vuelta libera pequeñas gotitas de pintura que me salpican la cara, el pelo y los brazos. Repito la operación una y otra vez. Es como un bucle que parece no tener fin. Exhausta, noto las gotas de sudor que resbalan por mi frente, mi pecho y mi espalda, produciendo un ligero cosquilleo relajante pero desquiciante. Cuando ya solo queda un trozo por pintar, las fuerzas me abandonan, llevando consigo todo rastro de los sentimientos que habitan en lo más profundo de mi ser. Entonces, siento que floto en una burbuja que, en cuestión de segundos, revienta, dejándome tan indefensa y perdida como antes.

1 de septiembre de 2011

Reflexión infantil ...


           

           No hay cosa que odie más en este mundo que la gente que mete sus narices donde no le llaman. ¿Por qué no se preocupan de lo suyo propio y nos dejan a los demás un poquito en paz? El conocer la vida de  otros no nos hace más valiosos o importantes. Pero claro, el ser humano es egocéntrico, egoista, siempre quiere llamar la atención como sea, y qué mejor forma de hacerlo que revelando las experiencias o secretos de otra persona. ¿Acaso ya no existe la privacidad? En breve, esta palabra desaparecerá de todos los diccionarios. Sí, se esfumará al igual que lo hace el humo de un cigarrillo, al igual que lo hacía Goku con su técnica de teletrasporte instantáneo, al igual que una pompa de jabón cuando estalla, esparciéndoce en millones de gotitas relucientes . Hoy en día, no hay mejor confidente que uno mismo. Los secretos dejan de serlo en cuanto una sola palabra se desliza por tu lengua y sale a través de tu boca, llegando, finalmente, a oidos ajenos. Aprende a ser desconfiado, a no fiarte ni de tu propia sombra. Que sean los demás quienes luchen por ganarse tu confianza y lucha tu también por ganarte la confianza de quienes te importan.